Fachada ventilada o SATE: Ventajas del SATE

La elección entre una fachada ventilada o SATE es importante en la construcción de edificios. Ambas soluciones ofrecen ventajas, pero el SATE ha ganado relevancia en los últimos años gracias a sus numerosos beneficios en términos de eficiencia energética, sostenibilidad, economia y facilidad de instalación. En este artículo, profundizaremos en qué consiste cada sistema y te explicaremos por qué el SATE se considera una opción más favorable.

¿Qué es una fachada ventilada?

Una fachada ventilada es un sistema constructivo que consiste en usar varias capas exteriores, donde se crea una cámara de aire entre el revestimiento y la pared del edificio. Este sistema permite la circulación de aire, lo que favorece la ventilación natural.

Las fachadas ventiladas pueden incorporar materiales aislantes. Además, el diseño de este sistema se basa en el principio del efecto chimenea: el aire caliente asciende y es reemplazado por aire fresco.  De esta manera, se asegura una protección adicional contra la humedad, contribuyendo a una mayor durabilidad de la estructura.

Fachada ventilada o SATE: los beneficios del SATE

Mientras que ambos sistemas tienen sus características y ventajas, el SATE (Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior) se presenta como una opción cada vez más popular debido a los beneficios que ofrece.

El tiempo requerido

Una de las principales ventajas del sistema SATE es el tiempo requerido para su instalación. En comparación con una fachada ventilada, el SATE suele ser más rápido. Esto se debe a que el sistema de fijación mecánica permite colocar directamente el material aislante sobre la fachada existente, eliminando la necesidad de construir una subestructura metálica como es el caso de las fachadas ventiladas.

Esta rapidez en la instalación reduce el tiempo total del proyecto, lo que también significa un menor coste de mano de obra y, en consecuencia, en un ahorro significativo en el presupuesto del proyecto.

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La simplicidad

Desde un punto de vista constructivo, el SATE ofrece una simplicidad que lo hace atractivo para muchos profesionales de la construcción. La falta de necesidad de una subestructura metálica reduce la complejidad del proceso y la cantidad de materiales necesarios. Esto no solo simplifica la obra, sino que también minimiza el riesgo de errores durante la instalación, al reducir los replanteos y precisión en las tolerancias que exige una fachada ventilada.

Además, en el caso del SATE el hecho de que el material aislante se aplique directamente sobre la fachada permite una mayor flexibilidad en el diseño, ya que no se requieren componentes adicionales que puedan limitar la estética del edificio. Esta simplicidad también se traduce en un mantenimiento más fácil y menos costoso a largo plazo, por lo que hay una buena relación calidad precio.

Economía de materiales

El SATE permite una economía de materiales crucial, lo que es un aspecto crucial en el contexto actual de sostenibilidad y optimización de recursos. Al requerir menos componentes que una fachada ventilada, se optimiza el uso de recursos y se minimiza el desperdicio. La colocación directa del material aislante reduce la cantidad de material adicional necesario, reduciendo así el coste total del proyecto.

Además, la eficiencia del sistema SATE en el aislamiento térmico se traduce en un menor consumo de energía a largo plazo. 

Economía constructiva

La economía constructiva es un aspecto clave a considerar al elegir entre un sistema de fachada ventilada y un SATE. El sistema SATE destaca por su capacidad para proporcionar un aislamiento eficiente, lo que significa un ahorro energético significativo.

La instalación de un SATE permite evitar la pérdida de calor en invierno y la entrada de calor en verano al acabar con los puentes térmicos, lo que mejora el confort interior y reduce la dependencia de sistemas de calefacción y refrigeración.

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Mantenimiento periódico

En el caso del SATE, el mantenimiento suele ser menos frecuente y menos costoso que en una fachada ventilada. Esto se debe a que, al estar el material aislante protegido por una capa de revestimiento, se minimiza la exposición de múltiples elementos auxiliares, sobrecargas en la envolvente y, por lo tanto, se reduce el riesgo de daños.

En términos prácticos, esto significa que los propietarios de edificios que optan por un SATE pueden disfrutar de una mayor tranquilidad en lo que respecta al mantenimiento y la conservación de sus fachadas. 

Nivel estético

Uno de los aspectos que muchas veces se pasan por alto en la elección entre una fachada ventilada y un SATE es el nivel estético. Ambos sistemas ofrecen la posibilidad de usar una amplia gama de materiales y acabados, pero el SATE permite una mayor integración y continuidad con la arquitectura existente.

La posibilidad de elegir entre diversos acabados para la capa de revestimiento significa que los propietarios pueden personalizar la apariencia de sus edificios de acuerdo con sus preferencias estéticas. Esto puede incluir desde acabados lisos y modernos hasta texturas más tradicionales, lo que permite una amplia variedad de opciones de diseño.

Una de las opciones en terminaciones es el acabado cerámico, por ejemplo el sistema PROPAM® THERM CERAM BM.

¿Cuál elegir, fachada ventilada o SATE?

La elección entre una fachada ventilada y un sistema SATE dependerá de las necesidades específicas del proyecto, el presupuesto y los objetivos. Queremos destacar que ambos sistemas tienen sus beneficios, pero el SATE destaca por su rapidez en la instalación, simplicidad, economía de materiales, minimiza las cargas en la envolvente y mantenimiento periódico más fácil. 

Optar por un sistema de aislamiento como el SATE puede resultar en una inversión inteligente, no solo en términos económicos sino también ambientales. La eficiencia energética que proporciona no solo beneficia a los propietarios mediante un ahorro en las facturas de energía, sino que también contribuye a la sostenibilidad del entorno.

En un mundo donde la sostenibilidad y la eficiencia energética son cada vez más importantes, el SATE se presenta como una opción viable y atractiva para aquellos que buscan mejorar el rendimiento energético de sus edificios, mientras se mantiene la estética y funcionalidad. 

Es fundamental tomar la decisión considerando las necesidades específicas del proyecto, pero, como hemos visto en este artículo, está claro que el SATE ofrece una serie de ventajas que lo hacen digno de consideración.¿Quieres un asesoramiento personalizado para tu obra? No dudes en consultar con nuestros expertos.