Cómo restaurar muros afectados por humedad por capilaridad con PROPAM® INJECT CREAM

La humedad por capilaridad es una de las patologías más comunes y dañinas en edificios, tanto antiguos como modernos. Cuando el agua asciende desde el terreno por los materiales porosos de los muros (ladrillo, piedra, mortero), provoca manchas, desprendimientos, salitre, eflorescencias y pérdida de resistencia mecánica.

Por suerte, existen soluciones específicas para eliminarla de raíz, como los sistemas de impermeabilización por inyección desarrollados por Molins Construction Solutions. Aquí te contamos cómo restaurar eficazmente un muro afectado usando PROPAM ® INJECT CREAM, uno de los productos más avanzados del mercado.

Entendiendo la humedad por capilaridad

La humedad por capilaridad no es un simple problema estético: deteriora los revestimientos, reduce la eficiencia térmica, favorece la aparición de hongos y puede llegar a comprometer la estabilidad estructural. Si detectas signos como paredes desconchadas, manchas oscuras en la base del muro o presencia de sales en superficie, es probable que estés frente a este problema.

Es clave diferenciarla de otras humedades (condensación, filtraciones) para aplicar el tratamiento correcto. En este caso, no basta con un recubrimiento superficial: se necesita una barrera antihumedad dentro del muro.

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¿Por qué PROPAM INJECT CREAM es la mejor solución?

Entre las soluciones disponibles, PROPAM INJECT CREAM destaca por su tecnología basada en siloxanos de alta concentración, que penetran en el interior del muro y crean una barrera química horizontal.

Algunas de sus ventajas frente a otros sistemas:

• Fácil aplicación: no necesita bombas ni maquinaria especial.
• Compatible con ladrillo, piedra y mampostería, incluso en muros con cámara.
• Elevada penetración, incluso en soportes poco absorbentes.
• Mantiene la transpirabilidad al vapor de agua.
• Reduce rápidamente la capilaridad y previene eflorescencias salinas.

Puedes conocer más detalles técnicos accediendo a su ficha de producto.

Preparación del soporte: clave para el éxito

Un aspecto fundamental en cualquier tratamiento de humedad por capilaridad es preparar bien el soporte:

• Retira los revestimientos afectados (enlucidos, enfoscados, pinturas).
• Limpia a fondo, dejando las juntas de mortero visibles y definidas.
• Asegúrate de que no haya partículas sueltas ni restos de sales.

Para complementar este proceso, puedes aplicar morteros de reparación de fraguado rápido específicos de Molins, como los de su gama de morteros de reparación y refuerzo, que aseguran compatibilidad y durabilidad.

Paso a paso: aplicación de PROPAM INJECT CREAM

1️⃣ Realiza los taladros (12 mm de diámetro) en las juntas horizontales cada 10-12 cm.
En muros de ladrillo, perfora hasta casi el fondo dejando 2-4 cm de resguardo. En muros de piedra, sigue el recorrido de las juntas, y si es necesario, taladra desde ambos lados.

2️⃣ Limpia los taladros con aire a presión para eliminar polvo.

3️⃣ Inserta la bolsa de PROPAM® INJECT CREAM en una pistola universal (manual o neumática) y rellena cada taladro de dentro hacia fuera.

4️⃣ Deja secar según las condiciones ambientales y repone los acabados. Para esta fase, te recomendamos consultar los sistemas de impermeabilización complementarios que mejor se adapten al proyecto.

Optimización del consumo y recomendaciones prácticas

El consumo del producto depende del espesor del muro, pero como orientación, se estima que para 10 metros de muro se necesitan:

• 1,5 bolsas (11 cm de espesor)
• 3 bolsas (22 cm)
• 5,1 bolsas (33 cm)
• 7 bolsas (44 cm)

Es recomendable realizar una prueba in situ para calcular el consumo exacto. Además, asegúrate de trabajar entre +5 ºC y +30 ºC, y consulta siempre al departamento técnico si tienes dudas sobre casos específicos (muros mixtos, muros con bloqueos interiores, etc.).

Evitar las recaídas: cómo asegurar un resultado duradero

Una vez aplicada la barrera antihumedad, es fundamental usar acabados compatibles y transpirables para evitar que la humedad quede atrapada. Además, elimina cualquier fuente externa de agua (fugas, malas pendientes, drenajes deficientes) que pueda seguir aportando humedad al muro.

Si te interesa profundizar en cómo evitar problemas derivados, consulta nuestra guía sobre cómo reducir el riesgo de humedades, para proteger los acabados y asegurar la máxima durabilidad del trabajo.