4.000 m² de sótano protegidos con nuestra solución antiradón

Implementar barreras anti radón en pavimentos no solo protege a las personas de la exposición a este gas potencialmente peligroso, sino que también asegura la durabilidad de las estructuras, especialmente en proyectos donde la impermeabilización es crucial para evitar problemas derivados de la humedad. Una correcta intervención no solo mitiga riesgos, sino que añade valor al proyecto al garantizar entornos seguros y conformes con las normativas vigentes. 

Descripción de la obra 

Este proyecto se centra en la creación de una barrera anti radón en una superficie de 4.000 m² correspondiente a plazas de aparcamiento. Para lograrlo, se ha utilizado nuestro impermeabilizante cementoso PROPAM® IMPE FLEX RADON, aplicado mediante técnica de proyección, lo que permite una cobertura uniforme y eficiente. 

La intervención incluyó la impermeabilización del pavimento y revestimientos: sobre la losa antes de la colocación de cavitis y del posterior pavimento de hormigón, así como sobre los muros pantalla y los muros encofrados en diferentes niveles. Este enfoque integral asegura la durabilidad y funcionalidad de toda la estructura. 

Motivo de la intervención 

El principal desafío fue proteger eficazmente contra el gas radón, un riesgo significativo en esta región. Además, se buscaba mitigar problemas de humedad derivados de la presencia de agua freática, un reto común en estructuras subterráneas. 

Retos y limitaciones 

La necesidad de proteger una superficie de gran envergadura, combinada con la complejidad de trabajar en niveles subterráneos, requirió una solución altamente especializada. La aplicación de PROPAM® IMPE FLEX RADON mediante proyección permitió no solo cumplir con los requisitos técnicos del proyecto, sino también optimizar los tiempos de ejecución. 

Se recurrió también al uso de morteros de reparación en puntos singulares del revestimiento para asegurar un soporte óptimo previo a la aplicación  

Soluciones Molins