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El papel del CSR en la descarbonización de la industria cementera 

La industria cementera afronta uno de sus mayores retos históricos: descarbonizar sus procesos sin comprometer su competitividad ni la seguridad de suministro energético. Una de las estrategias más efectivas para avanzar hacia este objetivo consiste en sustituir combustibles fósiles por alternativas más sostenibles. En este contexto, el uso de combustible sólido recuperado (CSR) es una excelente oportunidad para valorizar energéticamente residuos no peligrosos y reducir la huella de carbono del cemento. 

En la provincia de Barcelona, el proyecto Pronatur constituye un ejemplo pionero de cómo puede implementarse este enfoque de economía circular. Se trata de una iniciativa de integración vertical impulsada por Molins, diseñada para garantizar el suministro continuo y de alta calidad de combustible sólido recuperado a nuestra fábrica de Sant Vicenç dels Horts. Desde su puesta en marcha en 2011, la planta Pronatur ha transformado la gestión de residuos industriales y comerciales no peligrosos que, de otro modo, se destinarían a vertederos autorizados, convirtiéndolos en un recurso energético de alto rendimiento para la fábrica de cemento de Molins. 

El desafío al que responde Pronatur es doble. Por un lado, ayuda a resolver el problema de la valorización de residuos que históricamente eran depositados en vertederos, generando emisiones y ocupando espacio cada vez más escaso. Por otro, ofrece una alternativa real y local al coque de petróleo (petcoke), un combustible fósil que además de ser importado, presenta un factor de emisión de CO2 más elevado. La sustitución de coque de petróleo por este combustible alternativo no solo reduce la dependencia energética externa, sino que también disminuye las emisiones totales del proceso cementero, en línea con el compromiso de descarbonización de la compañía. 

De los residuos industriales a un combustible alternativo local 

La localización de Pronatur en Montornès del Vallès, a unos 35 kilómetros de la fábrica de cemento de Sant Vicenç dels Horts, es clave para su modelo de suministro eficiente y sostenible. La planta fue concebida para operar bajo un modelo just-in-time, reduciendo al mínimo las necesidades de almacenamiento y asegurando un flujo constante y estable de combustible de calidad.  

Desde su puesta en marcha, la planta de tratamiento de Pronatur ha valorizado más de 680.000 toneladas de residuos industriales y comerciales no peligrosos. Estos materiales —papel, cartón, plásticos no PVC, madera, textiles y caucho— son seleccionados y procesados para cumplir criterios técnicos muy estrictos. Estas especificaciones permiten garantizar un combustible homogéneo, eficiente y compatible con el horno de cemento de Sant Vicenç dels Horts, en línea con la normativa europea vigente. 

El proceso industrial que transforma esos residuos heterogéneos en un producto combustible de calidad es altamente tecnificado. Todo comienza con una trituración primaria que reduce el tamaño del material y permite una separación más eficiente. Posteriormente, se realiza la separación de metales férricos mediante imanes, un cribado para ajustar la granulometría y una separación densimétrica para diferenciar materiales según su peso específico. Una parte fundamental del proceso es la separación óptica del PVC, realizada con tecnología NIR (infrarrojos), que permite identificar plásticos PVC con precisión para su separación. Después, se lleva a cabo una trituración secundaria para alcanzar la granulometría deseada y, finalmente, se transporta el CSR a la sección de expedición y acopio. 

En los últimos años, la planta ha invertido en reforzar su capacidad y flexibilidad. Desde el año pasado, Pronatur dispone de una línea adicional para producir CSR fino con una calidad mejorada al CSR grueso convencional, para el quemador principal del horno cementero. Esto permite responder de forma más ágil a las necesidades de la fábrica y aumentar el porcentaje de sustitución térmica, reduciendo aún más el consumo de combustibles fósiles. 

Además, uno de los aspectos diferenciales de Pronatur es su apuesta por la tecnología avanzada en el control de calidad. La planta cuenta con separadores ópticos NIR, especializados en la identificación y separación de PVC, y un analizador online que mide en tiempo real parámetros críticos como el poder calorífico, el contenido de cloro y la humedad. Este sistema ofrece datos continuos del proceso, permitiendo ajustes inmediatos para garantizar la calidad del producto final. El resultado es un combustible sólido alternativo con especificaciones constantes, fiable y optimizado para la valorización energética en el proceso cementero. 

Operación industrial continua y compromiso con la sostenibilidad 

La planta funciona en un régimen continuo de turnos rotativos, con personal cualificado y experto en la fabricación de CSR, lo que facilita el suministro de combustible alternativo a la fábrica de cemento los siete días de la semana. Este diseño permite mantener un flujo constante y coordinado con la demanda de la planta de Sant Vicenç dels Horts, maximizando la eficiencia logística y energética. 

La sostenibilidad del modelo Pronatur no se limita al ahorro de combustibles fósiles o a la reducción de emisiones directas de CO₂. Tiene también un claro impacto en la reducción de residuos enviados a vertedero, evitando que decenas de miles de toneladas de materiales no peligrosos terminen depositadas cada año. Se trata de una solución local y replicable que reduce la huella ambiental y fomenta un modelo de economía circular basado en la valorización de recursos. 

Otro aspecto relevante del enfoque de Pronatur es su apuesta por la innovación en seguridad y formación. Este año la planta ha implementado un sistema de formación mediante realidad virtual para simulacros de incendio, disponible tanto en versión con visor de realidad virtual como en un PC especializado. Este sistema permite, por ejemplo, entrenar a las personas que trabajan en la planta, especialmente a nuevas incorporaciones, en el uso de sistemas de detección y extinción de incendios sin interrumpir la producción ni generar riesgos reales.  

Un modelo de circularidad 

El resultado de esta integración es un modelo sólido, que no solo garantiza el suministro local y continuo de combustible alternativo, sino que también genera valor ambiental, social y económico. Gracias a esta estrategia, la fábrica de cemento de Sant Vicenç dels Horts puede sustituir progresivamente el petcoke por CSR, reduciendo su huella de carbono y mejorando su sostenibilidad a largo plazo.  

El proyecto Pronatur demuestra que la valorización energética de residuos no peligrosos no es solo una posibilidad teórica, sino una solución madura y viable para la industria cementera. Es un caso de éxito de economía circular en el que residuos que antes eran un problema se convierten en un recurso local, que reduce emisiones, genera empleo y fortalece la independencia energética. Con inversiones continuas en tecnología, control de calidad y formación, la planta de Montornès del Vallès consolida un modelo que sirve de referencia para avanzar hacia un sector de la construcción más sostenible y competitivo. 

Publicado en International Cement Review