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El impulso de la industrialización en la construcción residencial 

La construcción residencial está experimentando una transformación sin precedentes gracias a la industrialización. La incorporación de soluciones prefabricadas y tecnologías avanzadas está redefiniendo los procesos tradicionales, permitiendo no solo reducir plazos y costes, sino también mejorar la calidad, la seguridad y la sostenibilidad de los proyectos. 

La industrialización está revolucionando el sector residencial al integrar digitalización, fabricación y sostenibilidad en un modelo constructivo altamente eficiente. Con un enfoque que no solo reduce los plazos de ejecución hasta en un 30%, sino que también disminuye en un 40% los tiempos de ingeniería y arquitectura, podemos desarrollar viviendas de mayor calidad a un coste más competitivo. 

Además, poder trasladar una parte significativa del proceso a fábricas especializadas no solo mejora la eficiencia energética y reduce el desperdicio de materiales, sino que también minimiza los riesgos laborales, proporcionando condiciones de trabajo más seguras y controladas. ¿Existe alguna razón mejor para lanzarnos decididamente a industrializar de manera más intensa y global? 

Costes, calidad y sostenibilidad: un equilibrio perfecto 

El despliegue de la construcción industrializada en España puede marcar un punto de inflexión en la accesibilidad a viviendas de calidad. Para ello, es fundamental una actualización normativa que facilite la financiación y regulación de nuevos modelos constructivos, permitiendo la escalabilidad del sector. La industrialización no solo ofrece unos tiempos de ejecución mejores, sino que iguala o reduce los costes de la edificación en comparación con soluciones tradicionales.  

La sostenibilidad, además, juega un papel clave en la industrialización de la construcción residencial. Para minimizar el impacto ambiental, se emplean materiales reciclados, cementos con una menor huella de carbono y energías renovables en los procesos de producción. Además, la durabilidad y calidad de las edificaciones se ven reforzadas con el uso de materiales como el hormigón prefabricado, que ofrece mayor resistencia, durabilidad y reduce la necesidad de mantenimiento. La construcción industrializada ofrece una alta calidad de materiales y acabados, combinando estética y funcionalidad, para adaptarse a las necesidades arquitectónicas y estructurales de los clientes.  

Digitalización e innovación en la industrialización 

El uso de BIM (Building Information Modeling) ha sido clave para la evolución de la construcción industrializada, permitiendo una gestión integral del proyecto en sus tres fases: diseño, construcción y mantenimiento.  

Entre sus principales beneficios destacan la coordinación y precisión, ya que proporciona un modelo único de datos que minimiza errores en obra y optimiza la ejecución. También garantiza el cumplimiento estricto de plazos gracias a una planificación eficiente que permite anticipar desviaciones y reducir tiempos de ejecución. Además, contribuye a la optimización de costes mediante la automatización de procesos y la reducción de retrabajos, lo que mejora la rentabilidad global del proyecto. Por último, facilita el mantenimiento y la sostenibilidad, al contar con información centralizada que permite gestionar el ciclo de vida del edificio de manera más eficiente y sostenible. 

Una solución a la escasez de vivienda asequible 

La industrialización de la construcción se perfila como una respuesta clave a la crisis de vivienda en España, donde la demanda supera ampliamente la oferta, especialmente en grandes ciudades y zonas turísticas. La estandarización de procesos y la eficiencia en producción pueden reducir los costes de construcción, facilitando la generación de vivienda asequible. 

Además, esta metodología puede contribuir a resolver el problema de la escasez de mano de obra, al atraer profesionales mediante la creación de entornos laborales más seguros y la oferta de alojamiento adecuado. 

La industrialización no es solo el futuro del sector, sino la clave para un mercado inmobiliario más competitivo, sostenible y alineado con las necesidades de la sociedad actual. 

Yugo Salamanca, un referente en construcción industrializada 

Uno de los ejemplos más representativos de la industrialización en nuestro país es Yugo Salamanca, una de las residencias estudiantiles más grandes de España. En Molins, hemos participado activamente en su desarrollo, aplicando soluciones de industrialización que han optimizado los tiempos de ejecución y garantizado los más altos estándares de calidad. 

Con una superficie de 27.000 metros cuadrados y 912 habitaciones, el proyecto ha logrado reducir en siete meses el tiempo de ejecución en comparación con una obra tradicional. Esto ha sido posible gracias al uso de sistemas industrializados de hormigón y baños 3D prefabricados, permitiendo entregar el primer edificio en solo 17 meses, un hito en términos de eficiencia. 

Uno de los factores clave ha sido la metodología colaborativa aplicada al proyecto. Mientras que en los procesos constructivos convencionales los cerramientos suelen iniciarse 10 meses después del inicio de la obra, en este caso se adelantaron a los tres meses, lo que permitió iniciar los trabajos de interiores de la residencia mucho antes. Como resultado, las primeras habitaciones estuvieron listas en apenas 12 meses, en lugar de los 20 meses que habrían requerido con un sistema constructivo convencional. 

Pero la industrialización no solo ha reducido los tiempos de entrega, sino que también ha elevado los estándares de calidad. Gracias a este enfoque, el proyecto de Yugo Salamanca ha obtenido certificaciones de sostenibilidad de primer nivel, como el sello Breeam Excellent y la certificación Fitwel, garantizando así una mayor eficiencia medioambiental y un mejor bienestar para los residentes. 

El futuro de la construcción: innovación, sostenibilidad y nuevos modelos residenciales 

Si bien la industrialización ofrece ventajas evidentes, también enfrenta retos. Uno de los principales desafíos es la resistencia al cambio dentro de un sector históricamente tradicionalista. Por eso, creo que es fundamental la formación de profesionales en el uso de herramientas digitales y técnicas avanzadas, para garantizar una correcta implementación de estas innovaciones. 

No tengo dudas que la industrialización seguirá ganando terreno, con un enfoque cada vez más fuerte en la sostenibilidad y la economía circular. Se espera un aumento en el uso de soluciones modulares y prefabricadas en edificios de altura, para responder a la creciente demanda de viviendas eficientes y accesibles. Además, los nuevos desarrollos residenciales incorporarán conceptos innovadores como colivings, residencias inteligentes y modelos de vivienda sostenible.   

El camino hacia la industrialización del sector de la construcción es inaplazable: en Molins ya estamos impulsando la construcción industrializada en toda España, con proyectos residenciales como viviendas, hoteles, colivings, residencias de estudiantes o mayores, entre otros. El reto, ahora, es realizar esta evolución muy rápidamente, pues nos jugamos no ser capaces de dar respuesta al mercado al que servimos. La industrialización es el camino para mejorar las condiciones de todos los trabajadores, la calidad del producto, reducir los plazos de entrega y abaratar los precios finales. Y todo esto también es sostenibilidad.  

Publicado en la revista Cemento Hormigón